El sueño de Lupe

Lupe es una niña muy dulce, buena y creativa. Vive en Córdoba, Argentina con su mamá Dolo, su papá Pepe y su hermanito Teo. A Lupe le encanta la naturaleza y los animales. Le encanta ir a la plaza, correr y saltar. En el verano le encanta nadar en la pileta. Un día, Lupe fue a la plaza con su familia. Fue un día lleno de diversión y risas.

Lupe ama los arcoíris, los unicornios y disfrazarse de princesa. Siempre sueña con aventuras mágicas. Una noche, después de un día lleno de juegos, Lupe se fue a dormir. Cerró sus ojos y comenzó a soñar. En su sueño, estaba en la plaza que tanto le gustaba. De repente, apareció la princesa Sofía, la princesa de los dibujos animados que ella tanto admiraba. Lupe no podía creer lo que veía.

La princesa Sofía se acercó a Lupe con una gran sonrisa. "Hola, Lupe", dijo la princesa. Lupe estaba muy emocionada y saludó a Sofía con alegría. Jugaron juntas en la plaza, corrieron y se rieron. La princesa Sofía le contó historias de su castillo. Lupe escuchaba con atención, fascinada por cada palabra. La princesa Sofía le hizo una propuesta.

"¿Te gustaría venir a mi castillo?", preguntó la princesa Sofía. Lupe no podía creer lo que escuchaba. Con una gran sonrisa, respondió, "¡Sí, por favor!". La princesa Sofía llamó a un unicornio mágico. Lupe se subió al unicornio con la princesa. Juntas, volaron hacia el castillo de Sofía. El viaje fue lleno de maravillas y magia.

Cuando llegaron al castillo, Lupe quedó maravillada. El castillo era enorme y lleno de colores. Había jardines con flores mágicas y fuentes que brillaban. Lupe y la princesa Sofía jugaron en el castillo todo el día. Jugaron a disfrazarse, a las escondidas y a contar historias. Lupe se sentía como en un cuento de hadas. El tiempo pasó volando.

De repente, el cielo comenzó a oscurecerse. Lupe sabía que era hora de volver a casa. La princesa Sofía la abrazó y le dijo que siempre serían amigas. Lupe se despidió con una sonrisa y un poco de tristeza. El unicornio la llevó de vuelta a la plaza. Justo antes de que la busquen, Lupe se despertó. Estaba en su cama, en su cuarto.

Lupe se sentó en su cama, tratando de recordar su sueño. Todo había sido tan real. Por un momento, se sintió un poco triste. Pero cuando vio su cuarto y sus juguetes, recordó que le encantaba su vida. De repente, vio algo en el piso. Era el vestido de la princesa Sofía. ¿Había sido todo un sueño?

Lupe recogió el vestido y sonrió. Aunque fuera un sueño, había sido maravilloso. Entendió que los sueños pueden ser mágicos y a veces un poco reales. Lupe decidió que siempre recordaría su aventura con la princesa Sofía. Se sintió agradecida por su imaginación y su vida. Y así, Lupe siguió disfrutando de sus días, siempre lista para soñar. Porque los sueños son donde la magia vive.